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El sector de la construcción es pilar fundamental de la economía española, así como de muchos otros países que se encuentran en vías de desarrollo, en auge comercial o impulsando si faceta turística.
Los edificios de una ciudad hablan por sí solos e influyen mucho en la vida de las personas y las actividades que en ellos se desarrollan, por eso, es esencial que las partes de un proyecto constructivo estén bien diferenciadas y detalladas para que todos los miembros del equipo las entiendan y sepan trabajar con él en cualquiera de las etapas.
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En cualquiera de las partes de un proyecto constructivo intervienen una gran cantidad de profesionales: desde arquitectos, hasta diseñadores de interiores, pasando por arquitectos técnicos, el project manager, el jefe de obra, peritos… y hasta profesionales del sector legal especializados en construcción.
En este post hablaremos de todos los roles profesionales que participan en un proyecto de obra y de sus fases.
Un proyecto de construcción es el total de documentos, planos, ideas, permisos, presupuestos y fases que plantean el resultado final de una construcción en su totalidad o parte de ella.
Para que el proyecto pueda ser entendido por todo el personal que trabaja en su desarrollo, se deben abordar puntos de interés globales y también profundizar en los detalles. Un objetivo de cada proyecto es proporcionar una valoración final clara que, si pasa a manos de otro profesional, pueda interpretarla sin problema.
Los proyectos constructivos se pueden dividir en tres tipologías en función del grado de detalle:
Proyecto Preliminar: En esta se considera brevemente las posibles soluciones al problema en cuestión. Los diseños no están detallados y los costes no se calculan de forma significativa, sino que utilizan estimaciones de proyectos anteriores. Durante esta fase, podemos explorar varias soluciones. Uno de los aspectos más importantes a considerar, es el impacto ambiental que tendrá cada una de las propuestas.
Proyecto Básico: se comienza a detallar el diseño para las dos mejores opciones de proyecto planteadas en la fase anterior. Se realizarán estudios de campo, sobre todo de carácter topográfico, geológico, geotécnico, hidrológico, para tener un conocimiento profundo del entorno en el que se desarrollará la construcción. También se calcularán los costos unitarios de los materiales y de las fases de la construcción. Todo este proceso permite disponer de un presupuesto más cercano a la realidad.
Proyecto Constructivo o Ejecutivo: esta etapa del diseño se centra en los detalles constructivos, tanto de las partes civiles de la obra como en las partes de instalaciones si las hubiera.
Efectivamente, como decíamos antes, todos los proyectos de construcción deben constar de las mismas partes, entre otras cosas, para que cualquier profesional del sector pueda entenderlo y abordarlo sin problema en la etapa en la que se encuentre.
Memoria: la memoria es el apartado que describe el proyecto a modo más general. Debe incluir objetivos, motivaciones, alternativas. En este documento no hay ni presupuestos ni costos ni demasiados detalles.
Anejos a la memoria: incluye la información técnica que completa a la información expuesta en la memoria y explicaciones de por qué se ha escogido una u otra opción. En los anejos se incluyen los estudios geotécnicos, los cálculos estructurales y los cálculos hidráulicos.
Planos: muestran las transformaciones que se desean realizar en el proyecto. Cualquier técnico debe entenderlos y comprender la transformación que se quiere realizar, además de poder presupuestar el coste de cada parte.
Peligros de condiciones: un contrato se compone de un conjunto de artículos o cláusulas que describen todos los derechos, obligaciones y garantías legales. Las especificaciones no pueden contradecir ninguna ley u ordenanza y se debe consultar a un técnico local antes de comenzar. Tiene que ser conciso y claro, sin dar lugar a posibles dobles lecturas. Además, la información de los planos y del pliego tiene que ser complementaria y no pueden contradecirse.
Presupuesto: se puede presentar en forma de documentos, en una hoja de Excel o una hoja de cálculo. Hay que asegurarse de que incluye todas las secciones necesarias, como: estimaciones de costos, problemas y evaluación de riesgos, lista de precios de servicios y estimación de tiempo para completar el trabajo. Es crucial que se calcule una estimación precisa de todas las tarifas, porque eso establecerá su presupuesto final.
Estudio de seguridad y salud: tradicionalmente, el estudio de seguridad y salud en el trabajo se organiza como un anexo a la memoria. Sin embargo, su importancia merece una mirada aparte. El fin de este documento es indicar los riesgos laborables previsibles durante la realización del proyecto y establecer las medidas oportunas para evitarlos. No se puede olvidar que las medidas de seguridad y herramientas para ejecutarlas también deben cuantificarse y reflejarse en los presupuestos.
Estudios de impacto ambiental: por último, pero no menos importante, en todas las fases de proceso constructivo se deben analizar y tener en cuenta el impacto ambiental. Ahora más que nunca se deben escoger medidas sostenibles e invertir en recursos para evitar cualquier tipo de daño. El estudio de impacto ambiental ha cobrado mucha importancia en los proyectos desarrollados en los últimos años, por lo que habitualmente se presenta en un documento aparte.
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