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El pádel es un deporte que gana cada día más seguidores y que se ha popularizado en las ciudades aflorando así multitud de pistas. Este deporte que tiene la simpatía de sus seguidores tiene unos detractores claros: las aves. Y es que, son muchos los pájaros que aparecen muertos en estas pistas a lo largo del año, ganándose así la preocupación de quienes protegen el medioambiente.
¿El motivo? Continúa leyendo este post y descubrirás quien desempata en este partido de vida o muerte entre la pared de cristal y las aves.
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Las pistas de pádel necesarias para la práctica de este deporte no han tenido en cuenta una tragedia ecológica que surge de estas instalaciones.
En una pista de pádel existen zonas de malla metálica y fondos de altura elevada que se construyen con materiales como el cristal o el metacrilato que son transparentes. Así, son muchos los clubes de pádel que ofrecen una vista panorámica del juego a través de estos cristales templados. Pues bien, lo que supone una comodidad para el público es, en realidad una trampa mortal para las aves que viven en el entorno.
Son muchas las ocasiones en las que la pared de cristal y las aves tienen sus desencuentros, puesto que, a lo largo de un partido de pádel muchas de ellas chocan con sus cristaleras. Algunas de ellas especies protegidas, lo que agrava el problema.
La mortalidad de las aves por chocar con los cristales de la pista de pádel es elevada y, teniendo un mero conocimiento de las consecuencias de este hecho, se puede vislumbrar un drama para la biodiversidad.
Se puede obtener un cálculo exacto de las especies protegidas que han fallecido con motivo del choque de la pared de cristal y las aves, aunque los cadáveres son, en ocasiones, arrebatados del lugar por otros animales como ginetas, gatos o garduñas. De este modo, existe un estudio pionero en Cantabria que reflejan como dato, alrededor de 75.000 muertes de aves al año. Algunas de ellas en peligro de extinción donde, por ejemplo, en Pallars Jussá constituyen el 75% de los pájaros muertos en las pistas de pádel.
Además, no solo la muerte del ave supone un peligro para la biodiversidad en sí. Y es que, existen ocasiones en los que la desaparición de estas aves en tiempo de cría deja huérfanas a los polluelos que, sin los cuidados de su madre, no pueden sobrevivir.
El problema de la pared de cristal y las aves es complejo. Y es que, han ido probándose alternativas a la hora de acabar con el foco del problema como las siluetas de aves en los cristales para impedir los choques que no han surtido el efecto esperado. Del mismo modo ha sucedido con los sprays, optándose por utilizar diseños alternativos con mayor eficiencia del tipo tramados y puntos o el uso de cintas.
Algunas comunidades como Aragón han optado por colocar tiras de vinilo verticales de color gris con un hueco del grosor inferior al ancho de la palma de la mano, para evitar que las aves de menor tamaño intenten pasar.
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