El tiempo de crisis ya se va alargando demasiado tiempo, seguimos hablando de la crisis como si se tratara de algo nuevo, cuándo llevamos cargando con ello unos cuantos años ya, y teniendo en cuenta también que son muchos los países que ya han salido de ella, sino nada más hay que echar un vistazo a nuestra vecina Alemania.
Aun así seguimos en el empeño de seguir formándonos, ya que de esta manera es la única posibilidad que le vemos a poder encontrar un trabajo “medio digno” y a poder enmascarar nuestros frustrantes esfuerzos por poder salir adelante.
Uno de estos esfuerzos en las que muchas personas de nuestra sociedad se vuelcan al completo son las oposiciones, ese recurso que miles de personas ansían superar con el fin de obtener ese empleo fijo, que yo miro como algo prácticamente utópico.
Las empresas o escuelas de formación para oposiciones están observando cómo aumentan el número de sus clientes. Porque si de verdad se pretende aprobar y sobre todo conseguir una plaza, algo difícil ya que cada vez son menos las convocatorias que salen debido a que la economía se ha tenido que ceñir a las circunstancias y más la personas que se presentan, hay que acudir a estos centros de formación.
Hay que ser conscientes de que el tiempo de estudio hasta llegar a las pruebas es duro, hay que concentrarse al cien por cien y planificar tu vida en ese tiempo alrededor de estudiar, prácticamente solo estudiar.
El éxito se basa en una buena planificación, dosificación, constancia y orden junto con un riguroso plan de estudios.
Se tiene que ser consciente y tener una buena fortaleza mental ya que aún haciendo un buen examen los resultados puede que no sean los esperados debido a la gran competencia y las pocas plazas existentes.
Noemí Barbero.
Licenciada en Comunicación y RRPP.
Área de Comunicación Digital Euroinnova.