A partir de la implantación del nuevo Plan Bolonia, la experiencia laboral de los universitarios también se tendrá en cuenta, y se podrá convalidar hasta un 15% de un título universitario de grado, que se trata de la nueva denominación de las carreras adaptadas a Bolonia. Esto viene explicado en el real decreto del Ministerio de Educación que desarrolla las acreditaciones de la experiencia laboral en la universidad.
De esta forma se podrá convalidar hasta medio curso de un grado de cuatro años siempre que la experiencia laboral esté relacionada con la carrera. En ciertas carreras como derecho es poco probable que un estudiante tenga experiencia laboral a la hora de iniciar su carrera, pero en otras como informática no lo es tanto, ya que por ejemplo en el caso de que el estudiante haya cursado en primer lugar un curso de Formación Profesional superior y haya trabajado, y posteriormente se matricule en una ingeniería podrá convalidar lo que haya aprendido tanto trabajando como estudiando.
El tope que ha fijado Educación de un 15%, podríamos decir incluso que es bastante restrictivo pues en otros países de Europa como Francia o Inglaterra no han puesto límite por lo que podrían los estudiantes convalidar hasta el 100% de la carrera.
Lo que se persigue es, que lo que ya se ha aprendido no deje de ser reconocido, ya sea formación adquirida en formación profesional como en formación universitaria, a partir de ahora toda la formación recibida se incluirá en el expediente académico y podrá ser convalidada, esta medida es al menos complicada a la hora de valorar los conocimientos adquiridos para convalidarlos.
Guy Haug considerado uno de los "padres" del Espacio Europeo de Educación Superior por su labor dentro de la estrategia de Lisboa y en el diseño de la agenda del proceso de Bolonia dice que "Reducir al 15% la posibilidad de convalidar la experiencia profesional previa protege un academicismo de otro periodo y es contraria a una correcta orientación hacia la formación a lo largo de la vida", y añade que "Lo fundamental no es poner un límite, sino garantizar que el proceso de validación o reconocimiento esté bien hecho, y en el caso de tener la necesidad de poner límites, no debería ser inferior al 50%".
La que finalmente tendrá la decisión de qué porcentaje es la experiencia que se puede convalidar, tendiendo en cuenta el límite del 15%, será cada universidad y aplicará el método que crea oportuno para acreditar esa experiencia.
En la actualidad las convalidaciones se corresponden generalmente con la formación profesional (FP), y el estudiante es evaluado y tiene que demostrar que sabe hacer lo que quiere convalidar, en otros países como en Inglaterra se exige aun más hasta el punto de tener que realizar una entrevista personal, examen práctico e incluso la presentación de un proyecto, en Francia por su parte, se hace una entrevista personal y en ocasiones un examen práctico, y todo es evaluado por un jurado que acuerda qué se convalida.